Recomendado para docentes de todas las áreas del saber, desde el nivel inicial hasta el superior, e institutos de formación docente.
Pone de manifiesto el malestar vivido por los niños y jóvenes que inmigraron a este país o que son hijos de inmigrantes y que se enfrentan a la tensión de estar entre culturas: entre los deseos de las generaciones anteriores y las expectativas de sus docentes.
En este contexto, la autora reflexiona sobre el rol de las escuelas en su formación y el desafío que estas nuevas identidades representan para la enseñanza.